Quien me iba a decir a mi que venía a Rumania para cuatro semanas que iba a acabar residiendo en esta apartada ciudad por un año. Ha sido un año duro. Pero de todo se aprende. Creo que he sacado lecciones y me llevaré buenos recuerdos el día que me marche de aquí. Quizás no sea la ciudad más fotográfica del mundo, y reconozco que no me invita a sacar mucho la cámara réflex, pero después de un año alguna fotografía tengo. Y pueden estar desordenadas y no ser maravillosas, pero se merecen un lugar en mi blog, porque son el reflejo de -al menos- un año de mi vida
Un año muy bien aprovechado, e alegro de que te dejes ver, preciosas fotos.
ResponderEliminarUn beso.
Chus