Transilvania

Transilvania no es solo el hogar del más famoso de los vampiros. 

Cruzando los Cárpatos hacia el norte descubriréis una nueva Rumanía. La de los bosques de coníferas y los montes nevados que se alzan en vertical hacia el cielo. La turística, con ciudades que te hacen plantearte si sigues en el mismo país o por un extraño azar te has teletransportado al Tirol austríaco. La de los castillos y las fortalezas, como Bran y Rasnov, y donde hasta las basílicas se fortificaban para prevenir los asaltos. También la de los palacios. El de Peles merece una visita, no lo dudeis. La de las tiendas de moda europea y de ropa de montaña del centro de Brasov. En fin, un lugar completamente diferente a lo que podríais ver en este lugar plano, insulso y dejado de la mano de Dios que es el sur de Rumanía. 

He ido dos veces al este de Transilvania. Es un viaje largo en coche por estas carreteras infernales. Pero no me arrepiento lo más mínimo de la paliza, porque he descubierto que no toda Rumanía es fría y poco acogedora, y he podido sacar un montón de fotos, algunas de las cuales me gustaría compartir ahora con vosotros.